Están acostumbradas a trabajar rodeadas de hombres. También lo estuvieron mientras estudiaban sus carreras. Pero Lola Rodríguez, Ana do Carmo y Jesica Gallego han llegado donde están por méritos propios. Las tres tienen cargos de responsabilidad y se desenvuelven cómodamente en un sector en el que trabajan muchos más hombres que mujeres. Con ellas celebramos el 8-M.

Lola Rodríguez (50), Jesica Gallego (33) y Ana do Carmo (38) trabajan en AKKA Technologies Spain. Cada una de ellas tiene un perfil profesional distinto. La primera es Directora de Recursos Humanos, abogada de formación y miembro del equipo directivo de la compañía. Jesica estudió Ingeniería Aeronáutica y es Service Coordinator de los proyectos de Operability y CAMO (ambos son proyectos de Airbus de su sector militar) y Ana es Business Line Director y se formó en Ingeniería de Telecomunicaciones.
El 8-M es siempre un día importante para ellas. Las tres tienen el enorme orgullo de haber alcanzado puestos de responsabilidad en un sector, el tecnológico, que no se lo ha puesto fácil a las mujeres. Copado por hombres tanto en el ámbito profesional como en el formativo, ellas se han abierto camino por méritos propios. No consideran que hayan hecho nada extraordinario para llegar donde están, simplemente ser buenas en lo suyo y tener un alto sentido de la responsabilidad.
El departamento donde trabaja Lola Rodríguez está compuesto exclusivamente por mujeres, en el de Jesica hay tres hombres y once chicas y en el de Ana la mayoría son hombres.
Sus retos profesionales
Las tres charlan sobre los retos profesionales a los que han tenido que enfrentarse desde que entraron en AKKA Spain mientras toman un café a media mañana en una jornada habitual de trabajo: “Entrar en un equipo ya formado como responsable e integrarme en él fue un gran desafío. Tienes que ganarte la confianza del equipo y del cliente. Sin embargo, nunca he tenido problemas en la empresa por el hecho de ser mujer. Si vales, nadie te pone pegas”, dice Jesica. Lola Rodríguez interviene: “En AKKA se mide mucho la meritocracia y los resultados. Tenemos ejemplos de mujeres que han crecido mucho. Esta es una empresa muy compleja en el ámbito de los Recursos Humanos y el nivel de responsabilidad que tuve desde el primer momento fue muy alto. Trabajé mucho y desde el principio fui consciente de que había muchas cosas que tenía que aprender e hice un esfuerzo enorme para adaptarme rápido. Pero creo que las mujeres tenemos una capacidad de esfuerzo muy grande. Eso me sirvió para continuar hacia delante, aunque no puedo negar que siempre sentí muchísimo apoyo por parte de Luis Santiago Fernández, el CEO de AKKA en Spain”.
Ana do Carmo, sin embargo, recuerda que no todo ha sido un camino de rosas y reconoce que ha tenido que trabajar muy duro para llegar donde está. A lo largo de su carrera profesional ha tenido que hacer un doble esfuerzo para visibilizar su trabajo. “He tenido varios retos. El primero ha sido trabajar en proyectos complejos, en clientes exigentes y hacer un buen trabajo. El segundo ha sido comprender la importancia de la comunicación como herramienta clave para dar a conocer lo que uno hace”.
“Las mujeres tenemos mucho peso en AKKA España”
Cuando Ana llegó a AKKA no le costó adaptarse ya que se trata de un entorno donde se reconoce la valía de las personas sin importar el sexo. “Las mujeres tenemos mucho peso y mucha presencia en AKKA España, aunque es cierto que nos movemos en un entorno muy masculino, donde la mayor parte de los clientes son hombres”.
“De los 90 estudiantes que estábamos en mi clase, solo nueve éramos chicas”, dice Jesica. “En Teleco en mi promoción estábamos en un porcentaje de 30-70”, confirma Ana. No podemos olvidar que, según el informe El estado de la ciencia 2020 que hizo público la Organización de Estados Iberoamericanos (IOE) con motivo del Dia Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, solo el 13 % de estudiantes de carreras STEM en España son mujeres.
Lola Rodríguez, Ana do Carmo y Jesica Gallego ostentan tres cargos de responsabilidad con los que hoy en día se sienten muy cómodas en esta compañía. “Cuando yo entré aquí no éramos ni 400 personas; hoy trabajamos 650. Tengo clarísimo que Recursos Humanos es mi área. Me gusta estar pegada al negocio y soy muy de resultados”, dice Lola. “Suscribo todo lo que dice Lola. Además, siempre he contado con el total apoyo de la dirección. No tienes tiempo de aburrirte ya que el aprendizaje es constante”, confirma Ana, que tiene a unas 130 personas a su cargo. “Desde que estoy aquí, cada año he tenido más responsabilidades. Llevo a once personas y quiero seguir creciendo en este sector, que me apasiona”, concluye Jesica.
Las tres celebran hoy el 8-M haciendo lo que más les gusta: desempeñar su trabajo. Son solo el ejemplo de una compañía que nunca ha discriminado por género y que se rodea del mejor equipo humano, ya sean hombres o mujeres.
Para todos, gracias por formar parte de este maravilloso equipo.